El Puño de Bronce que parece de Plata.
"Cada vez que algo sale de lo común, que algo es diferente a todo,
El mundo se encarga de alinearlo, de eliminarlo."-
Me dijo. Con resentimiento. Como a punto de romperse.
Lo miré. Un tipo normal de unos cuarenta y tantos, su cara perdía
protagonismo por la corbata roja que descansaba sobre la sucia
camisa negra. Dijo que había sido conductor de trenes. Que ahí
me había visto. Le dije que nunca he estado en un tren. Asintió.
Abrió la boca y dijo: Tu serás igual que yo. Este lugar
no esta hecho para nosotros. Lo miré profundo. Yo no tenía nada en común
con él. No sabía nada de que estaba hablando.
-Yo no seré como tú - le dije con furia.
Yo dije lo mismo a tu edad - contestó.
Todo lo bueno que sale del corazón del hombre,
es contenido, o aplastado por el resto del cuerpo.
Todo lo diferente, el proceso es indefinido y lineal.
Los soñadores y los nihilistas, todos son iguales para el mundo.
Mírame - le dije. Es claro que soy mejor que tú.
¿Sabes porqué la corbata? - preguntó.
Todos tienen sueños de algo -dijo- Todos queremos ser presidentes,
grandes. Todos queremos ser admirados. Pero nadie quiere pagar el precio.
Nadie, o casi nadie, quiere sobrevivir. A eso se resume todo.
Sus ojos brillaban y siguió.
Todos se golpean a sí mismos, o entre ellos. Se golpean fuerte y con ira.
Creen que es su mano desnuda. Creen que es solo su carne. Pero es bronce, y se convencen a ustedes mismos de que tienen razón. Se hacen creer que es plata. Pero siempre es bronce.
Debía irme y no supe como. Sólo me levante y dije:
-Debo irme. Tenga cuidado.
-Llegas tarde.
El mundo se encarga de alinearlo, de eliminarlo."-
Me dijo. Con resentimiento. Como a punto de romperse.
Lo miré. Un tipo normal de unos cuarenta y tantos, su cara perdía
protagonismo por la corbata roja que descansaba sobre la sucia
camisa negra. Dijo que había sido conductor de trenes. Que ahí
me había visto. Le dije que nunca he estado en un tren. Asintió.
Abrió la boca y dijo: Tu serás igual que yo. Este lugar
no esta hecho para nosotros. Lo miré profundo. Yo no tenía nada en común
con él. No sabía nada de que estaba hablando.
-Yo no seré como tú - le dije con furia.
Yo dije lo mismo a tu edad - contestó.
Todo lo bueno que sale del corazón del hombre,
es contenido, o aplastado por el resto del cuerpo.
Todo lo diferente, el proceso es indefinido y lineal.
Los soñadores y los nihilistas, todos son iguales para el mundo.
Mírame - le dije. Es claro que soy mejor que tú.
¿Sabes porqué la corbata? - preguntó.
Todos tienen sueños de algo -dijo- Todos queremos ser presidentes,
grandes. Todos queremos ser admirados. Pero nadie quiere pagar el precio.
Nadie, o casi nadie, quiere sobrevivir. A eso se resume todo.
Sus ojos brillaban y siguió.
Todos se golpean a sí mismos, o entre ellos. Se golpean fuerte y con ira.
Creen que es su mano desnuda. Creen que es solo su carne. Pero es bronce, y se convencen a ustedes mismos de que tienen razón. Se hacen creer que es plata. Pero siempre es bronce.
Debía irme y no supe como. Sólo me levante y dije:
-Debo irme. Tenga cuidado.
-Llegas tarde.
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